EL P.A.N.Y LA ACTITUD RESPONSABLE.

Una tríada necesaria para el Recreador

Un recreador debe poseer tres características inherentes a su  persona, debe considerarse un PADRE (P), siempre guiando, educando y protegiendo, siendo responsable, con un comportamiento y una actitud que inspire respeto por todos, sin intenciones de generar miedo o temor como persona a los demás, es la cabeza de la patrulla y el padre de la tribu.

Un guía recreador debe ser, además, un AMIGO (A), siempre presto a escuchar, aconsejar y compartir amablemente con todo sus acampantes, sin que esto llegue a ser tergiversado en una confusión de rol por parte de los recreados. Durante el corto periodo en el que se convive se les debe enseñar a los niños y niñas el verdadero valor de la amistad y el compañerismo.

Por ultimo, un recreador no posee un “niño interior”, sino, que su Niño (N) esta presente en todo lo que hace, con aquella candidez, gentileza, emoción y alegría para jugar, bailar, saltar, cantar y mostrarnos un mundo alegre.

Todos aquellos que no han tenido la dicha de conocer y experimentar el rol de un recreador, podría ver esta ultima característica, como una inmadurez o niñería, catalogando a quienes sirven de inquisidores de aburrimiento como “ridículos” o “tontos”, sin comprender el verdadero valor de su actitud. Y es qué, todos poseen un niño interior con ansias de salir, cantar, jugar y bailar, pero la sociedad que se han forjado lo ha reprimido y condenado a la simple privacidad e intimidad de sus hogares.

Un recreador posee el valor de exteriorizar ese niño y mostrarnos todo aquello que son sin importar los señalamientos de quienes no gozan de ese estimulo de valentía, esa fuerza de valor que hace grande y autentico a un recreador. El recreador debe ser por consiguiente, Padre, Amigo y Niño (P.A.N.) que fusionado con una actitud  responsable, pueda conducir e inspirar con GUIA una conducta socialmente aceptable y un modelo a seguir.