EL COMPORTAMIENTO SOCIALMENTE ACEPTABLE DE UN RECREADOR.
Una visión desde la entrañas de la profesión
Este tipo de conducta y comportamiento sirve como modelo y no es más que los principios básicos de buenas costumbres, buenos hábitos y buenos modales, sin excesos ni vicios, con un lenguaje acorde, sin malas palabras y provista de los rasgos más genuinos del ser humano.
Los patrones de conducta socialmente aceptados también son normas de carácter específico que sirven de guía para orientar nuestro comportamiento ante circunstancias determinadas, por ejemplo, cuando nos encontramos guiando una patrulla en un plan vacacional se crean lazos o vínculos de cariño con los niños, ese cariño o aprecio debe ser orientado dentro de este comportamiento para no crear un ambiente de confusión y que pueda ser mal interpretado, por el niño o por terceros como un cariño diferente.
De igual manera, sobre la sexualidad, no se recomiendan plantear como tema de conversación por parte de recreadores ni guías, ya que nuestro trabajo, por así decirlo, es crear un ambiente de comodidad donde las personas, adultos, jóvenes o niños, se sientan bien, y se diviertan, y dichos temas generan incomodidad para muchos, además de generar controversia y de no forma parte de nuestro campo directo de enseñanza.
Somos seres humanos únicos, con actitudes diferentes y gustos distintos que nos hacen individuales, por tanto existen personas y en muchos casos, niños y jóvenes con preferencias sexuales distintas a los estándares sociales, esto debe ser motivo de reflexión de parte de los recreadores, para no incluir entre sus actividades o temas para interacción grupal, la sexualidad y temas relacionados. Normalmente estos casos deben ser abordados, hablados y discutidos en casa por sus padres, y así debe ser, durante el tiempo de recreación no se abordan estos temas y se debe trabajar para minimizar cualquier juego que se pueda generar en torno a esto.
Otro temas muy especifico de la conducta socialmente aceptada aplicada a la recreación, son ciertos hábitos que no son bien vistos por las sociedades mas conservadores, como los hábitos de fumar cigarrillos, beber o consumir sustancias psicotrópicas, el uso de tatuaje, piercing y las actitudes agresiva, socavadas, arrogantes y groseras. Como recreadores y más aun como guías, somos espejos, facilitadores y educadores que enseñamos a través del ejemplo.
Un estudio desarrollado a finales de la década de 1960 por el psicólogo Albert Bandura, demostró que los comportamientos y las conductas pueden obtenerse a través de la imitación. Bandura presento un experimento clásico sobre la conducta y el aprendizaje, tomo un grupo de niños y les mostro durante una hora una película donde un adulto golpeaba una muñeca de plástico con un mazo, la lanzaba al aire y la pateaba, después, se dejo a cada niño solo en una habitación con juguetes entre los que se encontraba la muñeca de plástico, muchos de los pequeños que vieron la película imitaron el comportamiento del adulto e incluso idearon nuevas manera del golpear a la muñeca, mientras los que no vieron la película no mostraron ningunas de las conductas del adulto.
El experimento demostró que las personas aprenden y modelan su conducta con la simple y atenta observación de los demás.
Nuestro comportamiento debe estar orientado hacia la moralidad, hacia el gusto por las cosas buenas, evitando dar malos ejemplos y siendo modelos para una mejor sociedad.
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